Suena el despertador. Las siete de la mañana. Lo apago. Jó, que sueño. Quiero quedarme en la cama. Bueno, diez minutitos mas, por diez minutos no pasará nada...
-¿Pequeña?-Oigo como me llama Harry.
-Si...-Digo yo, medio dormida, medio despierta.
-¿Tu a que hora entras en clase?-Pregunta Harry.
-A las ocho, Harry, a las ocho, ¿a que hora voy a entrar?... ¿por?-Preguntó yo, inquietada por el repentino interés de Harry hacia mi hora de entrada al instituto.
-No, nada... Porque son las ocho menos diez.-Dice Harry, intensificando la voz al decir 'Porque son las ocho menos diez.'
-No jodas.-Digo, levantándome de la cama.-Mierda, tengo examen a primera hora.
-Pues date prisa.-Dice Harry, mientras yo me empiezo a quitar el pijama.
-Bajo a desayunar con Taylor y Danny ¿vale? Como no te vea en tres minutos abajo te mato.-Dice Harry, saliendo por la puerta.
-Vale, vale, vale, en tres minutos estoy.-Digo yo. Tres minutos le he dicho. No me lo creo ni yo misma.
Son las ocho en punto y ya estoy vestida, maquillada y con la mochila colgada en la espalda. Pero aún me queda llegar hasta el instituto. Bajo las escaleras de dos en dos. Harry me llama desde el comedor.
-Te acompaño con el coche.
-No gracias, no hace falta.
-No era una pregunta, era una a afirmación. -Dice Harry, cogiendo las llaves del coche.-Tay, Dan, voy a acompañar a esta dormilona al instituto.
-Vale.-Dicen los dos al mismo tiempo.
-Adiós chicos.
-Adiós.
Entramos en el coche. Durante el camino no decimos nada, nos dejamos llevar por la música que sale de la radio. Llegamos en menos de cinco minutos. Harry para el coche junto delante de la puerta del instituto.
-Ale, ya hemos llegado.-Dice Harry.
-Muchas gracias, te quiero.-Digo yo, dándole un beso en la mejilla.
-Y yo a ti pequeña. Venga baja, que no te van a dejar entrar.
Bajo del coche y corro como nunca he corrido hasta llegar a mi clase. Toco la puerta antes de entrar. Oigo como la voz de un hombre me dice: 'adelante'. Me extraño, me extraño mucho, ya que mi profesora de mates es una mujer. Abro la puerta y le veo. No me lo puedo creer. Sentado en la silla del profesor, un chico guapo, rubio, alto. Si, es Tom. Me quedo paralizada. No entiendo nada.
-Llegas diez minutos tarde.-Se limita a decir Tom, sin mirarme. Cuando por fin levanta la mirada hacia mi se le cambia la cara.
-Lo se, lo siento. Me he quedado dormida.
-No pasa nada, entra.-Dice Tom, cierro la puerta y entro. Me da el examen y me siento en mi sitio.
-¿Que le pasa a la profesora Diana?-Preguntó yo.
-Lo he explicado antes de que tu llegaras. Diana, tu antigua profesora de matemáticas, esta de baja. Yo seré el profesor de aquí hasta que acabe el curso. Me llamo Thomas Fletcher, pero puedes llamarme Tom. Y tu serás...-Hace una pausa, mientras mira la lista. Espero que esté fingiendo que no se sabe mi nombre. Me molestaría mucho que no se acordara. Pero supongo que eso nunca lo sabré.-Alexandra Judd, ¿no?
-Si, soy yo. Llamame Alex pero.
-Vale. No te pongo ningún retraso, pero que sea la última vez.-Dice mientras deja mostrar una tímida sonrisa. Yo también le sonrío. La verdad es que la situación es divertida y todo.
-Venga, seguid todos con el examen.-Dice Tom.
Oigo a Demi que me llama.
-¿Que te pasa?-Dice ella, susurrando.
-¿Como que que pasa? Tía, que es el. Que el nuevo profesor es Tom.-Digo yo, susurrando también.
-¿Tom? ¿Tom el de la biblioteca?
-Si. ¿No lo has reconocido?
-No. La verdad es que no me fije mucho en el ayer.-Oigo como la gente se empieza a quejar por el ruido y decidimos callarnos y centrarnos en el examen.
Espero a entregar a que todo el mundo ya lo haya echo. Hace cinco minutos que he terminado, pero quiero quedarme a solas con el. A mesura que la gente va acabando, van entregando y saliendo de clase. Hasta que solo quedamos el y yo. Me levanto y pongo el examen encima de la mesa.
-Que casualidad, ¿no?-Dice el.
-Si, mucha.-Digo yo, con una tonta sonrisa.
-¿Como te ha ido el examen?
-Creo que bien. Gracias a alguien que ayer me ayudo en la biblioteca creo que voy a aprobar.-Digo yo y los dos sonreímos. Nos quedamos unos segundos en silencio, mirándonos a los ojos. Hasta que el lo rompe.
-Bueno, tendrás clase tu ahora.
-Si... mejor me voy, no quiero llegar tarde... otra vez.-Digo yo, saliendo por la puerta.
-Hasta luego.-Se despide Tom.
-Adiós.-Digo yo, despidiéndome también con la mano.
Sigo sin creérmelo del todo. Tom será mi nuevo profesor de mates. Eso no se si es bueno o malo. Voy pensando en ello mientras entro en clase de sociales. Bah, sociales, otro tostón.
La geografía me gusta, pero con la historia no puedo y este año prácticamente solo hacemos historia. Hace unos días que estamos preparando un trabajo en grupos de tres. Así que entro en clase y después de disculparme por llegar tarde con la excusa de que estaba haciendo un examen, me siento con Dougie y Demi. Nada mas sentarme lo primero que me dice Demi es:
-Alex, que fuerte tía. Que es el.
-¿No te habías dado cuenta Demi? Yo si.-Dice Dougie.
-Ves, te dije que lo volverías a ver. Lo vas a ver cada día, de echo.-Dice Demi, orgullosa.
-Si, lo voy a ver cada día. Pero será mi profesor. Lo he pensado de camino aquí y he llegado a la conclusión de que no es guay.
-No, para nada guay.-Me da la razón Dougie.
-Que antiguos sois.-Dice Demi.
-¿Antiguos?-Decimos Doug y yo al unisono.
-Eso de que un profesor y una alumna no puedan estar juntos está ya muy pasado de moda. Si le gustas irá a por ti, que no te quepa duda.
-No digas tonterías Demi.
-Eh, que no son tonterías lo que dice Demi. Lo que pasa es que es poco probable.-Concluye Doug.
-O puede que no tan poco probable. ¿porque sois tan pesimistas? Claro que nunca os pasan cosas, si vais pensado que todo saldrá mal siempre...
Después de eso no volvemos ha hablar en toda la clase, nos dedicamos ha hacer el trabajo. El resto del día, por suerte, pasa rápido. Salgo del instituto y veo a Taylor apoyada en su coche. ¿Me habrá venido a buscar? Me saluda con la mano cuando me ve. Yo hago lo mismo y me dirijo hacia ella. Si, me ha venido a buscar. Que mona.
-¿Que haces aquí?-Le pregunto, con una estúpida sonrisa en la cara.
-¿Como que que hago aquí? Vengo a buscarte.-Dice, mientras subimos al coche.
-¿Te quedas a comer?-Pregunto.
-Si, claro. He preparado la comida yo y todo. He echo espaguetis a la boloñesa, que se que te encanta.
-¿Espaguetis a la boloñesa? ¡Toma!... ¿Danny también se queda a comer?-Pregunto, bajando un poco el tono de voz.
-Si... ¿Porque?-Dice Taylor, con una estaña sonrisa en la cara.
-No, por nada... por saber con quien voy a comer...-Digo yo, bajando la cabeza. No se disimular, se me nota en los ojos que estoy mintiendo. Por eso siempre bajo la cabeza inconscientemente cuando miento, para evitar que la otra persona me mire a los ojos. Pero Taylor es lista y no le hace falta mirarme a los ojos para saber lo que pasa.
-Te gusta mucho, ¿verdad?
-¿Que? ¿quien?-Digo yo, haciéndome la tonta.
-Pues Danny, ¿quien va a ser? Venga, se que te gusta, a mi me lo puedes contar.
-No, no me gusta...-Digo yo. ¿Sabéis lo que es sonar convincente? Pues todo lo contrario. Así acababa de sonar yo. Con ese 'No me gusta' le acabo de confirmar lo contrario.
-¡Y me lo niegas! Venga Alex, que sabes que no se lo voy a decir a el, ni tampoco a tu hermano. Puedes confiar en mi. Eres como la hermana pequeña que nunca tuve, no te haría eso.-Awww. Después de decirme eso, ¿como no voy a contárselo?
-Vale... Si...me gusta... mucho...-Digo yo, con algo de vergüenza. Si, es Taylor, pero siempre me ha dado vergüenza admitir que me gusta alguien.
-¡Lo sabia!-Dice Taylor, soltando una carcajada.
-¿Como lo has sabido?-Pregunto yo.
-Porque te conozco y veo como lo miras. Tus ojos tienen un brillo especial cuando lo miras. Y, no se, cuando estas con el, siempre se dibuja una sonrisa en tu cara. Pareces feliz.-Dice Taylor. ¿Como puede darse cuenta de esas cosas? Ni yo era consciente...
-Pero bueno, se que el no siente lo mismo por mi. Con la de chicas que hay en el mundo, ¿porque un chico como Danny se iba a fijar en mi? Es absurdo.-Digo yo, mientras Taylor aparca el coche. Ya hemos llegado a casa.
-Alex: Nunca digas nunca. Eso no lo sabes, no puedes ser tan pesimista.-Dice Taylor, y salimos del coche.
'Nunca digas nunca'. Puede que Demi y Taylor tengan razón y ese sea mi problema, que siempre pienso que nunca me van a pasar cosas buenas.
¿EL PROFESOR? ¿ES EL PROFESOR? OHGOD, QUÉ FUERTE.
ResponderEliminarPresiento que tu fic va a molar muchiiiiiiisimo, enserio. ¡Es que es el profesor nuevo de Mates! (Sí, me he quedado pasmada con eso xDDDD)
Mola mucho eso de que le guste Danny desde siempre..porque ahora que llega Tom que también le hace tilín pues la cosa se pone emocionante e.e'
Pues eso, que me encanta love :3
<333
SORPREEESAAAA :D
ResponderEliminarjajajaja pues naaada que he visto tu coment y he dicho, pues vamos a leer :) (ahora soy yo la que comenta muajajajajaj **risa malvada xD**
¿Que Tom es el profesooooor? waaalaaaa cuando he leido lo de los personajes era lo ultimo que me esperaba teee lo prometo jajaja
Me gusta mucho la forma de los personajes, la manera en la que estan colocados, nunca me he leido un fec asi de este estilo yyyyy creo/presiento/se que me va a gustar muucho :)
Pues nada chica, que espero el siguiente con muchas muchas muchaaas ganas!
Un besoo guaapaaa <3 <3
Aqui tienes una nueva lectora! Tengo que decirte que estoy oficialmente enganchada a tu historia! Y los capitulos estan muy bien, te dejan con ganas de mas! Y en cuanto a este, no me esperaba para nada que Tom fuera a ser el profesor!
ResponderEliminarSigue pronto! :D