lunes, 25 de julio de 2011

CAPITULO 7 + CAPITULO 8.

 Personitaaaaaaaaas. I'm back. Tan solo aclarar que subo los capitulos 7 y 8 juntos porque me he dado cuenta de que los dos son algo cortos, y eso. No os quejaréis. :P Y nada mas, a leeeeeeeeeer.


Capitulo 7.



Lunes por la mañana. Las siete en punto. Que sueño. Pero hoy me levanto nada mas sonar el despertador. No quiero volver a llegar tarde. Me visto, me maquillo, me peino. Siete y media. Bajo a desayunar. Taylor y Harry ya están desayunando, como todas las mañanas. El que me extraña que esté allí es Danny. No por el echo de que esté en mi casa (en realidad pasa mas tiempo aquí que en la suya) sino porque son las siete y media y ya está en pie.
-¿Danny? ¿Que haces despierto? ¿Estas enfermo o eres un espejismo?
-Soy un avatar.-Seguidamente bebe un sorbo de su café. Esta de mal humor. Eso es por la falta de sueño. Conozco a Danny, si no duerme unas 12 horas diarias, no es persona.
Me río del comentario de Danny y voy a prepararme mi desayuno. Leche con cola cao y galletas Tosta Rica, como siempre. Al tenerlo listo, me siento al lado de Danny, ya que Taylor y Harry ya han terminado de desayunar y están mirando la tele en el salón.
-Bueno, ¿me vas a contar que haces despierto?
-Tengo que hacer de niñera de unos vecinos míos.
-¿Desde cuando te gustan los niños?
-Desde nunca. Pero necesito el dinero.
-Pobrecitos. Los compadezco. Y a ti también.
-Buah, al menos yo no tengo que ir al instituto para que cuatro señores me expliquen cosas que me importan una mierda.
-Al menos yo voy a estudiar una carrera y no tendré necesidad de hacer de niñera en mis mañanas libres para sobrevivir.
-Al menos yo no sigo desayunando Tosta Rica como cuando tenia diez años.-Al decir eso me mira con cara de 'Há, he ganado'. Pero esta vez el señor Jones se equivoca.
-Bah. Seguiré desayunando Tosta Rica, pero yo no lloré cuando Harry le pidió matrimonio a Taylor.-Los ojos de Danny se abren como platos. Oigo como Harry y Taylor empiezan a reírse escandalosamente. Yo simplemente me dedico a seguir comiendo mis buenísimas e infantiles galletas.
-¡Harry! ¿Como se te ocurre contárselo a Alex?-Dice Danny, girándose bruscamente.
-Lo siento Dan, pero es que no pude evitarlo.-Se disculpa Harry, aún riéndose.
Ocho menos cuarto. Creo que va siendo hora de que me vaya al instituto.
-Harry, me voy.-Digo desde el pasillo, abriendo la puerta.
-Vale. Que pases un buen día pequeña.
-Igualmente.-Dicho esto, salgo de casa.
Voy andando tranquilamente. Tengo tiempo. Ocho menos diez. Vale, quizás no tenga tanto tiempo como pensaba. Oigo el claxon de un coche. Miro hacia la calle y veo a un coche nego. Es muy bonito, la verdad. Siempre me han gustado ese color. El coche va a mi paso. Los cristales están tintados, así que no veo quien está conduciendo. Decido pararme y me acerco al cristal, dando tres golpecitos en el, dando a entender que quiero que baje la ventanilla. Y así lo hace. Por fin puedo ver su rostro. Es Tom. ¿Como no me lo había imaginado antes?
-Señorita, me parece que usted va a llegar tarde.-Dice con una gran sonrisa.
-Nah, voy bien. Eso si, si me entretienes de esta manera seguro que si que no llego.
-Sube, anda.
-No, no hace falta.-Digo yo, aunque me muero de ganas de subir. Taylor siempre me ha dicho que hay que hacerse un poco la difícil. Y si lo dice Taylor será verdad.
-Que si tonta. Si vamos al mismo sitio. Que mas me da.-No puedo resistirme y subo. Lo siento Taylor, pero esto de hacerme la difícil no me sale.
Me siento el el asiento del copiloto. Me tomo la confianza de encender la radio. Suena 'I'm yours' de Jason Mraz. Maldita sea, amo esta canción.
-Esta canción es muy bonita.-Dice Tom, leyéndome el pensamiento.
-Si, es de mis preferías.
-Solía tocársela con la guitarra a mi hermana pequeña.
-¿Tocas la guitarra? Yo también. Y el piano. Pero siempre me ha gustado mas este ultimo.
-El piano también lo toco, pero yo prefiero la guitarra. Y también toco la batería.
-Anda, si que tocas instrumentos. Mi hermano también toca la batería. Me ha intentado enseñar varias veces, pero no le acabo de pillar el truco, me parece un instrumento muy raro de tocar.
Estamos unos minutos en silencio, simplemente nos dedicamos a tararear la canción. Pero me acuerdo del examen de mates de ayer y me entra la curiosidad, así que me veo obligada a romper este silencio.
-Tom una cosa, ¿has corregido los exámenes de ayer?
-Si.
-¿Y que tal?
-En general bastante bien. Sois una clase bastante buena.
-Vale. ¿Y el mío en particular?
-Ah. Ya lo verás.
-No, dímelo.
-No, no. Es sorpresa.-Dice esto como si se lo estuviera diciendo a una niña pequeña.
-¿He aprobado? Tan solo dime eso.
-Que no. Ya lo verás. Si te lo digo no tendrá emoción luego.
-¿Y eso que mas me da? Yo quiero saber si he sacado buena nota. Venga, no me gustan los misterios. Dímelo.
-Y si no, ¿que harás?
-Me enfado y no respiro.-Esto ya se está convirtiendo en una conversación absurda. Pero aún así, le sigo el rollo. Me cruzo de brazos y dejo de respirar. Pero obviamente, no aguanto mas de medio minuto.
-Oh, que miedo. Casi mueres.-Dice Tom cuando vuelvo a respirar. Aparca el coche. Ya hemos llegado.
-Eres malo. No me has dado ni una pista.-Digo mientras bajamos del coche.
-Pero si el día antes un chico muy guapo y muy listo te ayudo, ¿como quieres que te vaya? Pues bien. Si no recuerdo mal, has sacado un ocho y pico.
-Uau, ¿en serio? Creo que nunca había sacado tanto en un examen de mates.-Ya estamos entrando en el instituto. Me sorprende que nadie se extrañe de que un profesor y una alumna lleguen juntos y hablando tan normal. Aunque ahora que lo pienso, el hace un día que da clases aquí y yo no es que sea muy popular que digamos. Así que mirándolo así es normal que nadie nos eche cuenta. Pero ¿eso que mas da?
-Bueno, tengo clase aquí. Entre nosotros, solo he dado una clase aquí, pero los odio.-Me lo dice casi susurrando.
-La verdad es que tiene muy mala fama.-Digo riéndome.
-Bueno, nos vemos a tercera hora.
-Vale.-Va a entrar en clase, pero en el último momento vuelve a girarse hacia mi.-Espera, una ultima cosa.
-Dime.
-Hazte la sorprendida cuando te de la nota del examen.-Me guiña un ojo.
-Vale. Eso haré.-Y ambos sonreímos.
Finalmente, el entra en clase y yo me voy hacia la mía pensado que cada vez tengo mas claro que este hombre es perfecto para mi.

Capitulo 8.

Ocho veinticinco. Esa es exactamente la nota de mi examen de mates.
-¿Que has sacado Demi?
-Un nueve setenta y cinco. No he sacado el diez por cuatro fallos tontos.-Lo dice con algo de recelo.-Este trimestre no me va a quedar un diez de media. Jó.
-Eh, para el carro. Aún falta el global. Y en todos los exámenes tienes nueves y pico, casi dieces. Yo creo que si en el global sacas un diez te quedará un diez de media.-Ambas sonreímos.
-Por cierto, ¿y tu que has sacado?
-Un ocho veinticinco.
-Ala, tu si que has mejorado. Saca buena nota del global y tendrás un ocho de media.
-Cosas que pasan cada mil años. Alex con un ocho de media en mates. Aunque no se, no creo.-Me giro hacia atrás para preguntarle a Dougie.-Y tu Doug, ¿que has sacado?
-Un seis y medio.-Teniendo en cuenta que su nota mas alta en mates hasta la fecha ha sido un tres y medio, es un gran paso.
-¡Muy bien! ¿ves que cuando te pones puedes?
-Mejor dicho: ¿ves que cuando aceptas mi ayuda puedes?-Dice Demi. Reímos.
Toca el timbre. Hora del patio. Todos corren a levantarse y a devolver su examen a Tom. Yo hago lo mismo. Le doy mi examen, pero antes de que tenga tiempo de irme me para.
-Alex espera, ¿puedes quedarte un minuto?
-Claro.- ¿Perder tiempo de mi patio para quedarme a hablar con Tom? No se me ocurre un plan mejor.
Demi me da un codazo y Dougie me pellizca el brazo. Ambos salen de clase mirándome muy raro. Que bien. Me encanta como disimulan mis amigos. Notese la ironía.
-¿He disimulado bien?
-¿Bien? Has echo un excelente trabajo. Mi mas sincera enhorabuena, señorita Judd.-Que tonto es.
-Bueno, ahora en serio. ¿De que quieres hablar?
-Venga si. Vamos a ponernos serios.-¿Tom serio? No se lo cree ni el.-He estado mirando tus notas en exámenes pasados. Este trimestre tienes un cuatro ochenta y cinco, un seis y medio y la nota de hoy, un ocho veinticinco. El global es este viernes y realmente creo que si sacas buena nota podrías tener un 8 de media este trimestre.-Vale, pues si, se ha puesto serio.
-¿Para ti que es buena nota?
-Un nueve por lo menos.
-Imposible. ¿Yo un nueve en mates? Definitivamente imposible.
-No. No es imposible. Hoy has sacado un ocho veinticinco. Eso no está tan lejos del nueve.
-Bueno, pues dejemoslo en 'poco probable'.-Se ríe.-Lo puedo intentar. Le puedo pedir a Demi unas clases particulares para así poder dejarlo en un 'puede, pero no te prometo nada'
-Aquí quería llegar yo. ¿Quieres dejarlo en un 'posiblemente'? Deja de esas clases te las de yo.-Vale, esto no me lo esperaba.
-¿Tu? ¿En serio lo harías?-Digo con entusiasmo. Demasiado entusiasmo quizás.
-Claro. Si a ti te parece bien, hecho.
-Si, me parece bien. ¿Y donde me darás estas clases?
-En mi casa, ¿te parece bien?
-Uo, ¿Ya quieres llevarme a tu casa? ¿No te parece un poco precipitado?-Me sorprende la facilidad que tengo de bromear con el. Me sorprende la confianza que me inspira.
-Eh, eh, eh. Frena. Solo vamos a estudiar. Repito: Solo vamos a estudiar. No te preocupes.-Reímos. No se si lo ha echo a propósito o no, pero ha acortado nuestra distancia considerablemente.
-¿Que días vengo?
-Martes, miércoles y jueves, por supuesto.
-Buuuuuu. ¿Tantos días? Tengo vida social.-Si si si. Tengo tan solo dos amigos y paso la mayoría del tiempo con mi hermano, su novia y su mejor amigo. Esta es la vida social que tengo yo. Pero siempre queda bien decir eso es situaciones como esta.
-¿Quieres dejarlo en 'posiblemente' verdad? Pues te harán falta los tres días, créeme. Da gracias a que no te hago venir hoy también. Ven a las cinco. ¿te parece bien?
-Vale. Pero no se donde esta tu casa.
-Cierto. Espera.-Abre un cajón de su mesa y saca papel y boli. Cuando ha terminado de escribir arranca el trocito de papel escrito.-Aquí tienes mi dirección. Ala, ya te puedes ir. Lo siento, te he estoy dejando sin patio.
-No pasa nada. Una última cosa y me voy.
-Dime.
-¿Porque yo? Quiero decir, hay gente en esta clase que posiblemente necesitaría mas que yo unas clases particulares. ¿Porque me las quieres dar a mi?-Se queda unos segundos en silencio, mirándome. Finalmente se limita a contestar:
-Porque tu me caes bien.
En ese momento me suena el móvil. Un mensaje de Demi. '¿Que hacéis tanto rato el profesor sexy y tu? Uououoououo. Espero no interrumpir nada. :P' Que tonta es. ¿Porque me tiene que manar un mensaje si estamos las dos en el mismo sitio? Maneras tontas de gastar dinero. No le pienso responder.
-¿No sabes que no se pueden mandar mensajes en el instituto?-Dice Tom, sonriendo.
-Si, lo se. Es Demi la que parece que no lo sabe.
-Debería quitártelo. Son las normas.
-Pero no lo vas ha hacer ¿verdad? Porque te caigo bien.
-Vete antes de que me arrepienta.-Dicho esto me dirijo hacia la puerta. Pero antes de salir digo:
-Tom, gracias.-El me responde con una dulce sonrisa.
Ahora si, salgo de clase. Me dirijo al comedor, en busca de Doug y Demi. Después de unos minutos, los encuentro. Están sentados en una mesa del fondo, medio escondida. No han tenido compasión conmigo. Ya se podrían haber puesto en una mesa mas visible. Me acerco a ellos.
-Ya os podrías haber puesto mas a la vista. No os encontraba.-Me siento en la silla vacía que hay al lado de Dougie.
-Que, que, que.-Dice Demi, ignorando mi comentario.
-¿Que de que?
-¿Como que que de que? ¿Que te ha dicho?
-Nada. Me va a dar clases particulares es su casa.
-¿En su casa?-Dicen Demi y Doug al unisono.
-Si, en su casa.
-¿Y eso?-Pregunta Dougie.
-Pues dice que si saco un nueve del global me quedará un ocho de media. Le he dicho que es imposible que yo saque un nueve en mates y me ha ofrecido su ayuda. Ya esta. Punto.-Le intento quitar importancia. Pero en realidad estoy slkfhasdklfhsaldfasdf. Lo que pasa es que no quiero admitir que Tom me esta empezando a gustar mucho. Por ahora, no quiero admitirlo.
-Venga, ¿te parece poco? Te dije que si le gustabas iría a por ti.
-Maldita Demi...siempre acaba acertando.
-Eeeeeeeeh, frenad. No esta hiendo a por mi. No os montéis películas.
-Si, si. A ver si dices eso la semana que viene.

lunes, 18 de julio de 2011

CAPITULO 6.

(Alex's POV)

-¿Que haces aquí?-Preguntamos al unisono. Nos reímos. Se hacen unos segundos de silencio. Ya que yo no digo nada, decide responder el primero.
-Pues nada, estaba aburrido en mi casa y he decidido salir a dar una vuelta. Y aquí estoy. ¿Y tu?
-Mi mejor amiga canta aquí todos los viernes. Demi Lovato, viene a la misma clase que yo. No se si te acuerdas.
-Si, la chica castaña que se sienta a tu lado, ¿no?
-Si, esa mima. Lo que pasa es que su novio vive lejos y ha venido a darle una sorpresa.-Le explico, enseñándole donde están sentados.-Ni siquiera se han dado cuenta de que me he ido.
-Así que... estas sola, ¿no?-Me pregunta, un poco tímido.
-No si alguien se ofrece para pasar un rato conmigo...-Me he puesto roja, lo se.
-¿Nos sentamos aquí?-Dice el, señalando una de las pocas mesas que quedan vacías. Asiento con la cabeza y nos sentamos. Me doy cuenta de que está mirando a Demi y John.
-Aish, si yo volviera a tener diecisiete años...
-Me dirás que tienes muchos mas.
-No, muchos no. Pero unos cuantos si.
-¿Cuantos?
-Veintisiete.-Me rió. Exactamente como había calculado.- No me creo que no se hayan dado cuenta de que no estás.
-Si, posiblemente se han dado cuenta, pero se creerán que estoy con Dougie, el cual se ha ido hace un rato.
-¿Quien es Dougie?
-Es mi mejor amigo. También esta en clase. Un chico bajito, rubio, guapo. El lunes te fijas.
-Si, ya me fijaré.
-¿Hace mucho que vives aquí? Nunca te había visto antes.
-No, vivía en las afueras de Londres. Hace relativamente poco que me he mudado.
-¿Y eso?
-Bueno... digamos que necesitaba un cambio de aires.- Silencio un tanto incomodo. Me fijo en su muñeca. Una pulsera. Lleva una pulsera en la muñeca derecha. Puedo ver perfectamente un nombre gravado en ella. Juraría que pone 'Giovanna'
-¿Es... tu novia?-Pregunto, con algo de miedo.
-No. Bueno, lo fue durante cinco años. La verdad, no se porque aún la llevo puesta.-Se le cambia completamente la cara al ver la pulsera.
-¿Cinco años? Eso es mucho. ¿Y porque lo dejasteis?-En seguida me doy cuenta de que no debería haber dicho eso. Así que continuo.-Perdona. Supongo que eso no me importa. No tienes porque responderme.
-No, no pasa nada. Giovanna y yo hacia tiempo que no estábamos bien, una noche discutimos... y eso.-Se quita la pulsera y la deja encima de la mesa.
-Y por eso te has mudado, ¿verdad?
-Si, digamos que si. Alex, lo siento, me tengo que ir.
-¿Ya te vas?-Pregunto yo, seguramente con la mirada mas culpable con la que pueda mirar.
-Si, no me encuentro muy bien. Me ha gustado mucho hablar contigo.-Se levanta y me da un dulce beso en la mejilla.
-Buenas noches.-Me despido.
-Buenas noches.-Repite el, y sale del pub.
La pulsera. Se la ha dejado encima de la mesa. La cojo y me la quedo mirando. Es una cadena de plata. Por delante pone 'Thomas y Giovanna' y por detrás una fecha, su fecha supongo. Me la guardo en el bolso. No encuentro a Demi y a John. Ya no están sentados donde antes. ¿Se abran ido sin mi? Maldito John. Me cae muy bien y es un amor, pero odio que haga esto. Osea, se que no lo hace queriendo ni mucho menos, pero cada vez que aparece por aquí hace que Demi se olvide de todo, no existe nadie para Demi, solo el. Cojo el móvil y le escribo un mensaje a Demi: 'Demi, me voy a casa. No se donde estáis, si seguís en el pub o si os habéis ido o que. Llamame cuando veas esto, por favor. ' Salgo del pub. Miro la hora. La una y doce. No pasan ni cinco minutos y suena el móvil. Un mensaje, de Demi. 'Nos hemos ido a dar una vuelta, no te enfades anda, no te he dicho nada porque te he visto con Tom, no quería molestaros hahaha. Te llamo cuando llegue a casa. :)' Que maja es. Guardo el móvil en el bolso y veo la pulsera de Tom. ¿Que se supone que haré yo con ella? Se la tendré que devolver, supongo. Me gustaría mucho saber su historia, saber lo que les pasó. Saber porque era tan importante para el. Espero saberlo algún día. Llego a casa. Cojo las llaves y abro la puerta. Entro en el salón. La tele está encendida. Harry y Taylor durmiendo en un sofá y en el otro Danny, también dormido. Me acerco a Danny y me lo quedo mirando. Me pongo de rodillas al suelo, de manera que su cara queda cerca de la mía. Que guapo es. Se me dibuja una sonrisa tonta en la cara. Sonrisa que se va en el mismo instante en que el abre los ojos.
-¿Que haces?-Pregunta aún medio dormido.
-Emm... es que... se me ha caído un pendiente... Si, eso, se me ha caído un pendiente y no lo encuentro.-Digo yo, nerviosa. Si, no se me ha ocurrido nada mejor.
-Si llevas los dos puestos.-Dice el, soltando una pequeña carcajada.
-Ah... Por eso no lo encontraba...-Estoy segura de que ahora mismo tengo una cara de tonta impresionante.
-Como tu hermano se despierte y vea que has bebido te va a matar, solo te aviso.-Dice el, sentándose. Me siento a su lado.
-¿Perdona? No he bebido. ¿Que te hace pensar eso?
-Ah, tu sabrás señorita 'busco mi pendiente y lo llevo puesto'-Dice el y los dos reímos.
-Lo siento. Te he despertado-Digo yo, para cambiar de tema. No quiero seguir hablando de mi pendiente perdido que ha resultado estar en mi oreja.
-No te preocupes. Que tres chicos de 24 años no puedan aguantar hasta la una de la madrugada despiertos es preocupante.-Dice el y a ambos sonreímos tímidamente.
Nos quedamos unos segundos así, mirándonos, sonriendo. Hasta que suena mi móvil.
-¿No piensas cogerlo?-Pregunta el.
-Ah, si.-Digo yo, volviendo al mundo real. Es Demi. Lo cojo. Me levanto del sofá.
-¡Hola Alex! no estarías durmiendo, ¿no?
-No, tranquila. Acabo de llegar.
-Siento haberme ido sin decir nada.
-No pasa nada.-Ambas sonreímos. -Buenas noches Danny.-Susurro, mientras le digo adiós con la mano.
-Buenas noches.-Dice el, repitiendo mi mismo movimiento. Subo las escaleras.
-¿Estabas con Danny?-Pregunta Demi.
-Si, no sabes la que he liado.-Digo yo, pero ella me interrumpe diciendo:
-¿Que has echo ahora?-Se ríe, y yo no puedo evitar hacerlo también, aunque la verdad es que no me hace ninguna gracia. Llego a mi habitación y me tumbo en la cama.
-Al llegar estaba dormido en el sofá y me he quedado mirándole como una tonta. Claro, se ha despertado y cuando me ha preguntado que hacía allí solo se me ha ocurrido decirle que había perdido un pendiente.
-Y te ha dicho que llevabas los dos puestos, ¿verdad?-Dice Demi, soltando una carcajada.
-Si, ¿tan previsible era?
-Un poco.-Dice Demi y puedo escuchar como John la llama de desde lejos.-Alex, te tengo que dejar. Mis padres no están y desde el pasillo puedo ver como John esta en mi habitación sin camiseta.
-Vale.-Digo yo, riendo.-Que paséis una muy buena noche.
-Eso que no te quepa duda.-Después de esto escucho un '¿Que haces?' de Demi, a los dos riéndose y pi-pi-pi. Apuesto a que John le ha quitado el móvil y me ha colgado. Impacientes. Si, soy la única de los tres que... nunca ha tenido pareja. Lo dejaremos así. Pero no me importa. Todo llegará.
-Pequeña...-Dice Harry, mientras abre la puerta de mi habitación.
-No he bebido Harry.-Digo yo. Estoy segura que Danny le ha contado lo de los pendientes.
-Pequeña...-Dice Harry, mientras abre la puerta de mi habitación.
-No he bebido Harry.-Digo yo. Estoy segura que Danny le ha contado lo de los pendientes. Lo que el no sabe es que cuando bebo nunca duermo en casa.
-No he venido a por eso tonta...-Dice mientras se tumba a mi lado. Pasa un brazo por encima de mi hombro y apoyo mi cabeza en su pecho. Me da un dulce beso en la frente. Vale, tanto cariño ya no es normal.
-¿Que quieres Harry? ¿A que viene tanto cariño?-Pregunto, riéndome.
-No quiero nada. ¿No puedo darle mimitos a mi hermanita pequeña?-Dice el, mientras empieza a hacerme cosquillas.
-¡No, Harry, cosquillas no!-Digo yo. Odio las cosquillas. Me hace caso y para.
-Bueno, en realidad si que tengo que decirte algo. Pero te va a gustar, así que no pienses que te estoy haciendo la pelota o algo así. Te abrazo porque te quiero.-Awwww.
-Yo también te quiero. Bueno, piensas decirme eso ¿o que?
-Si... Bueno, es que... no se como decirte esto...-Dice Harry con una pequeña sonrisa en la cara.
-¡Venga Harry, dímelo ya!
-Vale, vale... Es que Taylor y yo... vamos a casarnos.-Dice Harry, al fin. Lo dice en casi un susurro, pero le he escuchado perfectamente. Me quedo con la boca abierta, literalmente.
-Pe-pe-ero ¿Como? ¿Cuando? ¿Donde? ¿Porque? ¡Dame detalles!-Digo yo, casi tirándome encima de el.
-¡Ponte tranquila!-Dice el, riendo.
-¿Como se lo has pedido? Porque se lo has pedido tu, ¿no?
-Si, se lo he pedido yo. Ha sido mientras cenábamos. Si te digo la verdad, no lo había pensado antes. Ni siquiera tenia anillo. He utilizado un calamar rebozado de los que estábamos cenando como tal.-Dice Harry y los dos soltamos una carcajada.
-Espera, ¿mientras cenabais? Entonces Danny estaba allí, ¿no? Apuesto a que se ha reído como nunca.
-Pues yo también pensé que se reiría. Me va a matar cuando sepa que te lo he dicho... pero se ha puesto a llorar.-Dice Harry, riéndose.
-¿Se ha puesto a llorar? ¿Que dices?-Digo yo, también riéndome.
-Si, se ha emocionado el muy tonto... Ay, que bueno ha sido. Tendrías que haberlo visto.-Dice Harry mientras me acaricia el pelo.
-Entonces, iréis a vivir juntos Taylor y tu, ¿no?-Pregunto yo.
-Se vendrá a vivir aquí con nosotros tonta. Estas loca si crees que te voy a dejar vivir sola. Buen intento, pero no ha colado.
-Bueno, algún día me iré a vivir con Demi y Dougie. Hace años que tenemos las tareas de la casa distribuidas.-Digo yo y ambos reímos.-Espera, ¿Taylor no vive aquí ya?
-No oficialmente.
Nos quedamos medio minuto en silencio. Pero no es un silencio de esos incómodos, al contrario. Estoy tan cómoda que me podría quedar dormida así, apoyada en su pecho.-Te pediría que te quedarás a dormir conmigo, como cuando era pequeña y tenia pesadillas ¿recuerdas? Pero le has pedido matrimonio a Taylor. Querrás pasar la noche con ella.
-Pídemelo y me quedo.
-No. Se que quieres irte.-Digo yo. Me da un beso en la mejilla y se separa de mi.
-Vale, entonces me voy.-Dice Harry, levantándose.-Buenas noches.
-Buenas noches.-Sale de la habitación.
Cojo el móvil y les envío el mismo mensaje a Dougie y a Demi: 'Harry y Taylor se van a casar y ella se va a venir a vivir a mi casa. Aisofhogasilajodgl. Soy feliz. :')'

jueves, 14 de julio de 2011

CAPITULO 5.

Bichos. :3 Solo decir que Pau, mi mejor amigo (que se lee esto porque es mi mejor amigo y me quiere. xD), el cual quiere que cree un personaje llamado Paul en su honor. XD Pero bueno, esto no tiene nada que ver, la cuestión es que dice que siempre encuentra muchas faltas. I'm sorry, estoy segura de que es el maldito blogger que hace lo que quiere, porque siempre lo repaso antes de subir. Y eso, Tom's POV. Porque si, porque soy una rebelde. (?) Dejadme. XDDDDD Este capitulo es algo triste, se ve que estaba deprimida cuando lo escribí. Y nada mas, a leer. :)

(Tom's POV)

Es viernes noche. Me niego a quedarme en casa un viernes noche. Aunque claro, acabo de llegar. No conozco a nadie aquí. Da igual, saldré a dar una vuelta solo. Me ducho. Sin prisas. Igualmente, solo voy a dar una vuelta. Salgo. Me pongo la toalla y voy a mi habitación. Abro el armario. Me visto sin fijarme mucho en lo que me pongo, cogiendo literalmente lo primero que veo. Cuando acabo de vestirme, me voy al salón a darle la cena a Marvin, mi gato. Veo como viene como un loco hacia mi cuando se da cuenta de que le acabo de llenar su plato de comida. Pero lo atrapo antes de que consiga llegar a su destino y lo abrazo cariñosamente. Adoro a Marvin. Lo dejo en el suelo. Cojo las llaves y salgo de casa. Ando un rato, sin saber muy bien a donde voy. En la calle hay bastante gente, lo que me pone aún mas nervioso. Odio andar solo por la calle cuando no se exactamente donde voy. Paso por delante de un pub medio escondido que hace esquina. Entraré, tampoco tengo nada mejor que hacer. Hay mas gente de la que había calculado. Me acerco un poco a la barra. Y la veo. No se como, entre toda la gente que hay, justamente, la veo a ella. Me esta mirando. Me encantan sus ojos, son grises. Lleva un vestido azul clarito. Es muy guapa. No puedo evitar sonreír. Ella también lo hace. Me saluda con la mano y yo hago lo mismo. Se levanta del taburete y se acerca a mi. Yo también me acerco a ella. Ahora estamos uno delante del otro.
-¿Que haces aquí?-Preguntamos al mismo tiempo. Los dos nos reímos tontamente, esperando que el otro conteste primero. Como veo que no dice nada, arranco yo.
-Pues nada, estaba aburrido en mi casa y he decidido salir a dar una vuelta. Y aquí estoy. ¿Y tu?
-Mi mejor amiga canta aquí todos los viernes. Demi Lovato, viene a la misma clase que yo. No se si te acuerdas.
-Si, la chica castaña que se sienta a tu lado, ¿no?
-Si, esa mima. Lo que pasa es que su novio vive lejos y ha venido a darle una sorpresa.-Me explica ella, señalándome a Demi y a su novio.-Ni siquiera se han dado cuenta de que me he ido.
-Así que... estas sola, ¿no?-He dicho eso con un tono que, para estar diciéndoselo a una alumna, no me ha gustado nada. Pero me ha salido así.
-No si alguien se ofrece para pasar un rato conmigo...-Dice Alex. Sus mejillas se ponen rojizas. Que mona. No puedo evitar sonreír.
-¿Nos sentamos aquí?-Digo, señalando una de las pocas mesas vacías que quedan. Ella asiente con la cabeza y nos sentamos. Miro a sus amigos haciendo manitas. Alex se da cuenta y también los mira.
-Aish, si yo volviera a tener diecisiete años...-Digo yo. Ella me mira sorprendida.
-Me dirás que tienes muchos mas.
-No, muchos no. Pero unos cuantos si.
-¿Cuantos?
-Veintisiete.-Respondo finalmente. Una pequeña sonrisa se instala en su cara, aunque no se porque. Decido no preguntárselo.- No me creo que no se hayan dado cuenta de que no estás.
-Si, posiblemente se han dado cuenta, pero se creerán que estoy con Dougie, el cual se ha ido hace un rato.
-¿Quien es Dougie?
-Es mi mejor amigo. También esta en mi clase. Un chico bajito, rubio, guapo. El lunes te fijas.-Dice ella. Ha dicho que es guapo. Me pregunto si tendrá algo con este chico.
-Si, ya me fijaré.-Me limito a decir.
-¿Hace mucho que vives aquí? Nunca te había visto antes.
-No, vivía en las afueras de Londres. Hace relativamente poco que me he mudado.
-¿Y eso?
-Bueno... digamos que necesitaba un cambio de aires.-No me apetece darle detalles. Se hacen unos segundos de silencio. Hasta que ella lo rompe.
-¿Es... tu novia?-Dice ella, señalando una pulsera que llevo puesta. Maldita sea, ¿como es posible que aún la lleve puesta?
-No. Bueno, lo fue durante cinco años. La verdad, no se porque aún la llevo puesta.-Digo yo, con algo de nostalgia.
-¿Cinco años? Eso es mucho. ¿Y porque lo dejasteis?-Pregunta ella, pero enseguida añade.-Perdona. Supongo que eso no me importa. No tienes porque responderme.
-No, no pasa nada. Giovanna y yo hacia tiempo que no estábamos bien, una noche discutimos... y eso.-Me limito a decir, mientras me quito la pulsera y la dejo encima de la mesa.
-Y por eso te mudaste, ¿verdad?
-Si, digamos que si. Alex, lo siento, me tengo que ir.
-¿Ya te vas?-Dice ella, con una mirada de culpabilidad.
-Si, no me encuentro muy bien. Me ha gustado mucho hablar contigo.-Digo yo. Leo en su mirada que sabe que me voy porque me he sentido mal al recordar a Giovanna. Así que mientras me levanto le doy un suave beso en la mejilla para liberar tensiones.
-Buenas noches.-Dice ella.
-Buenas noches.-Repito yo con mi mejor sonrisa falsa, y salgo del pub.
Mientras voy de camino a casa voy pensando en la pulsera. Me inquieta mucho eso de que aun la llevara puesta. Esa pulsera me la regaló Gi cuando cumplimos un año juntos. Pone nuestros nombres y detrás nuestra fecha. Hacia tiempo que no pensaba en ella. La verdad es que me equivoqué, me equivoqué mucho. Me acuerdo de esa noche en la que todo acabó. Me acuerdo como si hubiera sido ayer. Nunca nos habíamos gritado tanto...

Flashback.
Eran las tres de la mañana. Las tres y ella seguía sin dar señales de vida. Hacia seis horas que había salido a una cena de trabajo. Hacía cuatro años que trabajaba en el mismo bufete de abogados, cuatro años que todos los años hacían la misma estúpida cena por cada cumpleaños de algún compañero. No soportaba que llegara tan tarde. Hacia una hora que no paraba de llamarla, sin obtener mas respuesta que su contestador. Estaba sentado en el sofá, con Marvin tumbado en mi regazo. No tenia ni la tele encendida, me limitaba a acariciar al gato y a no perder la puerta de vista. De pronto, se abrió, dejando escuchar unas risas tontas. No llegaba sola, por supuesto. Cerró la puerta y me abalancé sobre ella.
-¿Que hacías hasta tan tarde? Te he llamado mil veces y no me lo has cogido. Estaba preocupado.
-Tom, me he quedado sin batería. Y ya sabes que siempre vuelvo tarde de estas cenas, no se de que te sorprendes.-Dijo ella, pasando por mi lado, quitándose los tacones y dejando el bolso en el sofá.
Y entonces lo pregunté. Fue la pregunta que hizo que todo estallara.
-¿Con quien has vuelto?
-Con Joe.-Respondió ella. Genial, lo que me esperaba.
-Lo sabía. No se porque pregunto, sería raro.-Dije yo, con un tono que no le gustó nada.
-Tom, ¿me vas a decir que putas te pasa de una vez? ¿Porque cada vez que hablo de Joe te pones así? ¿Que pasa? ¡Porque es que ya no entiendo nada!-Dijo ella, mirándome por primera vez desde que había vuelto a casa.
-¿Que que pasa? Venga va, no te hagas la tonta. Sabes perfectamente lo que pasa.-Dije yo, acortando nuestra distancia.
-Tom, te juro que no se de que va esto.-Dijo ella, ya con los ojos llorosos.
-Se que entre tu y Joe hay algo mas que amistad.-Dije, al fin. Y lo dije con la mirada mas triste con la que jamás había mirado. Hacia cerca de un año que tenía esa sospecha.
-¿¡Estas celoso!?-Dijo ella, casi gritando.
-¡Si, estoy celoso!-Admití.
-Tom, eres tonto, te lo digo enserio. Joe es mi mejor amigo, hace cuatro años que trabajamos juntos, ¡pero ya esta!
-No te creo.-Dije bajito, muy bajito
-¿Que has dicho?-Dijo Gi. No se si me lo hizo repetir por incredulidad o porque realmente no me había escuchado.
-¡Que no te creo! Gi, no te creo. No estoy ciego, ¿sabes? Lo veo. Veo como os miráis, veo como os reís juntos, ¡lo veo joder!-Dije yo, mientras unas lagrimas traicioneras salían de mis ojos.
-Tom, estas confundiendo una buena amistad con amor, entre Joe y yo no hay nada ¡nada!-Dijo ella y también llorando.
-Gi, no estoy confundiendo nada. ¿Sabes como lo se? ¿Quieres saber como se que esas miradas son de algo mas que amistad? Porque tu y yo también nos mirábamos así. ¡Así que no me digas que no hay nada entre vosotros, no me mientas!-Dije yo, gritando, gritando mucho.
-Tom, ¿porque me haces esto?-Dijo ella, gritando también.
-¡Porque te quiero! Joder Gi, porque te quiero mucho.-Dije yo. Y me arrepiento. Es de lo único que me arrepiento. Porque no me arrepiento ni de gritarle, ni de admitir que estaba celoso, ni de llorar como nunca había llorado. De lo que si me arrepiento de verdad es de, esa noche, decirle lo mucho que la quería. Porque cuando dices 'te quiero' la peor respuesta que puedes obtener fue la que me dio ella a mi:
-Yo ya no te quiero, Tom-Se me cayó el mundo encima en ese mismo instante. Entonces me leyó la mente y añadió:-Y créeme, esto no es por Joe. Hace tiempo que estamos mal Tom, y tu lo sabes. Lo siento.
Después de esto se fue a la habitación. Yo me quede a dormir al sofá. Bueno, dormir lo que se dice dormir poco. Mas bien me quedé a llorar en el sofá. Conseguí dormirme cuando los primeros rayos de sol se colaban por la ventana. Me desperté a las tres horas. Fui a buscarla, pero no estaba en la habitación. Ni en la cocina, ni en el baño, ni en el jardín. Abrí el armario. No quedaba ni rastro de su ropa. Pegado a la puerta de este había una nota. Recuerdo a la perfección cada una de sus palabras:
'Lo siento mucho Tom, en serio. Siento mucho que todo haya salido así, tan rápido. Pero no me he visto con el valor de despedirme de ti. Me ha parecido lo menos doloroso. Para ambos. Créeme, así esta mejor. Te echaré de menos.
Gi.'
Fin del flashback.

Llego a mi casa. Me siento en el sofá. Cojo el móvil he inconscientemente marco su numero. Tarda en cogérmelo. Cuando estoy a punto de colgar, oigo su voz. Después de tanto tiempo, vuelvo a oír su voz.
-¿Tom?-Pregunta extrañada.
-Gi... Lo siento. No se porque te he llamado.-Le digo y cuelgo enseguida. Perfecto Tom. La llamas después de tanto tiempo sin hablar, haces el idiota y cuelgas. Segundos después suena el móvil. Es ella. Lo cojo, pero no digo nada. Habla directamente ella.
-Tom, ¿que pasa? No entiendo nada. Hace mucho tiempo que no hablamos y de pronto, una noche, me llamas y me dices que no sabes porque lo has echo y cuelgas.
-Lo siento Gi... supongo que... te echo de menos.-Admito. Esto no va a acabar bien. Lo se.
-Tom...-Susurra ella, parece que va a seguir, pero no dice nada mas.
-Di algo Gi. Dime que tu no me echas de menos, que has rehecho tu vida, que has pasado pagina, que este tiempo que hemos estado separados ha sido el mejor de tu vida. Dime eso si es lo que piensas, pero no te quedes callada.-Digo yo, mientas una lagrima traicionera cae por mi mejilla.
-Tom por favor... no me hagas esto.-Dice ella. No la veo, pero juraría que esta llorando.
-Vale. Lo siento. No ha sido una buena idea. Lo se. Adiós Gi, buenas noches. -Digo yo y cuelgo. Tiro el móvil al suelo. Tom, eres estúpido. ¿Porque la llamas? Estaba claro que esto no iba a salir bien. Nunca me había pasado esto. Me siento tan... raro. Marvin pega un salto, subiendo al sofá. Se acuesta sobre mi. Siempre lo hace cuando me ve triste. Siempre he pensado que Marvin es el eslabón perdido entre gato y persona. Lo acaricio. Lo cojo en brazos, me voy a mi habitación y me acuesto con el en la cama. No intenta escaparse ni nada por el estilo, simplemente se tumba a mi lado. Y así me duermo. Con Marvin y unas cuantas lagrimas en los ojos.

lunes, 11 de julio de 2011

CAPITULO 4.

Animalitos. :3 Pues nada, I'm back. Solo decir que este capitulo lleva música, así que no os quejareis. :P Habrá mas capítulos así, no se si muchos, pero habrá. Nothing more to say, a leer! :)






Después de comer subo a mi habitación, dejando a esos tres hablando en el salón. Me apetece un poco de tranquilidad. Decido coger la guitarra, hace tiempo que no la toco. No toco nada en especial, melodías sin sentido, lo que me sale en el momento. Me paso el tiempo así, y lo que a mi me ha parecido media hora ha resultado ser toda la tarde. Si no hubiera sido por el ruido del móvil avisándome de que tengo un mensaje, posiblemente aún estaría tocando. Cojo el móvil. Es Demi. 'En un rato me paso por tu casa y nos vamos, ¿vale?' La verdad es que no tengo ni idea de lo que está hablando. Le envío un mensaje. '¿Nos vamos donde?' Responde casi al instante. '¿Como que donde vamos? Donde todos los viernes. ¿donde si no tonti? :)' Ah, es verdad. Al pub donde todos los viernes toca Demi. 'Ah si, lo siento, no sabía ni en que día me encontraba. Ven cuando quieras. :3'
Dicho esto me meto en la ducha y me ducho lo mas rápido posible. Salgo. Cojo la toalla y me envuelvo el cuerpo con ella, luego cojo una mas pequeña y me la envuelvo en el pelo. Salgo así del baño, dispuesta a ir a vestirme a mi habitación. Pero cuando voy a abrir la puerta, alguien la abre antes que yo.
-Oh, lo siento. No sabia que estabas aquí.-Dice Danny.
-No pasa nada.-Digo yo, mientras noto como se me sonrojan las mejillas.
-¿Sabes? Estas muy graciosa con esto en la cabeza.-Dice Danny, soltando una carcajada.
-Mmm... ¿gracias?-Digo yo y no puedo evitar reírme. La risa de Danny es tan contagiosa que muchas veces es mas graciosa la propia risa que el chiste.
-Tienes unos ojos preciosos.-Oh no. ¿En serio he dicho esto en voz alta? Que vergüenza. Yo y mi estúpida manía de hablar y después pensar. Quiero salir de allí, quiero que se me coma la tierra. ¿Porque no me he muerto ya? Se dibuja una tímida (y adorable) sonrisa en la cara de Danny. Parece que va a decir algo, pero la voz de Harry lo interrumpe.
-¡Danny! ¿que haces tanto rato? Venga, que tenemos una partida a medias.
-¡Si, ya voy!-Dice Danny. Después yo salgo del baño y el entra.
Entro en mi habitación, intentando no pensar en lo que acaba de pasar. Pongo música, así me distraigo y no pienso. Abro el armario. Decido ponerme un vestido azul claro, corto y palabra de honor. Zapatos. Decido ponerme unos tacones bajos blancos. Muy bien, solo queda maquillarme. Tocan el timbre justo cuando acabo de ponerme el rimel. Bien, justo a tiempo. Bajo las escaleras y abro la puerta.
-¿Preparada?-Le pregunto a Demi.
-Preparada.-Responde ella, con una enorme sonrisa en la cara. Lleva un vestido rosa, corto, con unos zapatos de tacón bastante mas altos que los míos y lleva la guitarra en las manos. Esta guapísima.
-¿Preparada?-Le pregunto a Demi.
-Preparada.-Responde ella, con una enorme sonrisa en la cara. Lleva un vestido rosa, corto, con unos zapatos de tacón bastante mas altos que los míos y lleva la guitarra en las manos. Esta guapísima.
-Pequeña, ¿ya te vas?-Grita Harry desde el salón.
-Si.-Me limito a contestar.
-Vuelve sobre las... ¿doce y media?
-¿Doce y media? Que tengo, ¿trece años? Volveré cuando quiera.-Digo yo, saliendo por la puerta.
-No vuelvas muy tarde pero.-Dice Harry. Se ve que no tiene ganas de discutir.
-Que si.-Digo yo, y cierro la puerta.
-¿Cuando tengas treinta años segura llamándote 'pequeña'?-Dice Demi, sonriendo.
-Supongo que si.-Digo yo.-Lleva toda la vida diciéndomelo, no creo que deje de decirlo por muchos años que pasen. Pero no me molesta.
-Hola preciosas. Douglas aún se esta duchando. Ya le conocéis, necesita tres horas. Pasad, y le esperáis en su habitación.
-Vale, gracias.-Dice Demi.
Pasamos y vamos directamente hacia su habitación. Douglas. Su madre siempre le llama por su nombre completo. No se, me hace gracia. Nos sentamos en su cama. En menos de cinco minutos aparece el por la puerta, con una toalla por la altura de la cintura. Tiene el pelo algo mojado y pequeñas gotas de agua resbalan por su pecho, donde tiene un tatuaje que se hizo nada mas cumplir los dieciocho años.
-¿Que hacéis aquí? Me habéis asustado.
-Pues te estamos esperando, señor lento.-Dice Demi.
-Vale. Me vestiría si dos señoritas se fueran de mi habitación.
-Muy bien, ya nos vamos.-Digo yo y salimos por la puerta.
Le esperamos tres minutos fuera y sale. Lleva unos vaqueros, con una camisa de cuadros azul abierta, dejando ver la camiseta blanca que lleva debajo. Está muy guapo. Nunca he entendido porque pasa tan desapercibido entre las chicas. Desde que le conozco solo ha habido una chica que se fijara en el: Frankie. Salieron hace un año y estuvieron bastante tiempo juntos. Era una buena chica, solía salir con nosotros muy a menudo. Hasta que lo dejaron. Recuerdo que Dougie se quedo echo polvo, muy deprimido, cosa que nunca entenderé, ya que lo dejaron por mutuo acuerdo. Pero Frankie fue realmente especial para el. Su primera novia, su primer beso, su primera vez. Le costó superarlo. No estoy segura de que lo haya superado del todo.
-Ala, ya estoy, señoras impacientes.-Dice Dougie y salimos de su casa.
Llegamos al pub. Entramos. Hay bastante gente, la verdad. Nos sentamos en la misma mesa de siempre, delante del todo del pequeño escenario, a la derecha. Tomamos algo y hablamos un poco mientras esperamos que sea el turno de Demi. Actuan unas seis personas y finalmente, le toca a ella. Se levanta, algo nerviosa.
-Deseadme suerte chicos.
-No la necesitas.-Dice Doug. Nos levantamos y nos damos un abrazo los tres.
Sube al escenario y empieza a tocar 'Firework' de Katy Perry. Es una de mis canciones favoritas. Nunca quiere decirnos que canción va a cantar, así que no lo sabia. Veo que me mira y me sonríe antes de empezar a cantar. Me lo tomo como un 'la voy a tocar porque se que te encanta' y yo también le sonrío. Empieza a cantar. Suave, sin prisas, dejándose llevar.
-Tiene una voz preciosa, ¿eh?-Le comento a Dougie.
-Si. Pero tu también la tienes.-Desde el día que Demi se apuntó para cantar los viernes en ese pub y yo me negué ha hacerlo, cada viernes, cada maldito viernes, me recuerda que yo debería estar encima de ese escenario.
-Si, puede que yo tenga buena voz. ¿pero sabes lo que tengo también? Pánico escénico.
-Siempre dices que quieres dedicarte al mundo de la música, pero si no eres capaz de subirte a un escenario nunca podrás hacerlo.
-Lo se, Doug, lo se. Supongo que algún día seré capaz. Pero ahora mismo no puedo. No me presiones.-Digo yo y estamos treinta segundos sin decir nada.
-¿Te has enfadado?-Pregunta Dougie, de repente.
-No.-Digo yo, pero no suena muy convincente.
-¡Te has enfadado!-Dice el, subiendo un poco el tono de voz.
-Si.-Admito. La verdad es que no me he enfadado de verdad, solo me ha molestado un poco.
-Tonta, no te enfades.-Dice Dougie, dándome un suave y dulce beso en la mejilla.-Sabes que te lo digo de buenas.
-Lo se.-Digo sonriendo.
Justo en este momento Demi acaba de cantar. La gente la aplaude mucho. Siempre lo hacen, suele ser la mejor que toca todas las noches. Se baja del escenario y se vuelve a sentar con nosotros.
-¿Lo he echo bien?
-Has estado perfecta.-Dice Dougie.
-La mejor de todas. Como siempre.-Digo yo.
-Muchas gracias chicos. Os quiero mucho.-Dice Demi y nos volvemos a dar un abrazo los tres, esta vez sentados.
Nos quedamos un rato mas allí, sentados, hablando. Me encantan estas noches de viernes.
-No me lo puedo creer.-Dice Demi, de pronto. Se levanta y se dirige hacia la puerta.
Dougie y yo nos giramos y vemos a Demi abrazando y besando a alguien. Es John, su novio. Bueno, quizás decir novio es mucho. La cuestión es que tienen algo, ni ellos saben lo que es. John vive en Texas, donde vivía Demi antes de que sus padres se separaran y ella y su madre se mudasen aquí. Ahora hacía tiempo que John no se pasaba por aquí. Dougie y yo nos levantamos y nos dirigimos hacia ellos.
-Hola John.-Decimos los dos al mismo tiempo.
-Hola chicos.-Dice John, sonriendo.
-¿Que te trae por aquí?-Pregunta Dougie.
-He venido a pasar unos días aquí con mis padres, y así darle una sorpresa a Demi. La quería ver cantar, pero he llegado tarde.
Nos sentamos en la barra y nos quedamos un rato los cuatro juntos hasta que Dougie se va. Y me quedo yo de sujeta velas. Y no se porque, entre toda la gente que hay en ese pub, lo veo a el. No lo veo muy bien, pero es el, tiene que ser el. Ese pelo rubio, esos ojos miel, y ese hoyuelo. Si, es Tom. Me mira. Sonríe. Sonrió. Le saludo con la mano, el hace lo mismo. Se acerca. Ahora le veo perfectamente. Me levanto del taburete sin decirles nada a Demi y a John y me dirijo hacia el. Me abro paso entre la gente, hasta que lo encuentro, hasta que estamos frente a frente.
-¿Que haces aquí?-Preguntamos al mismo tiempo.